viernes, 14 de mayo de 2010

sex Nino de las Pinturas periodico de saltillo!


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Niño de las Pinturas, el reconocido grafitero espanol, estuvo en la ciudad para compartir su experiencia con los saltillenses


Nino de las Pinturas, el reconocido grafitero espanol, estuvo en la ciudad para compartir su experiencia con los saltillenses
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Le llaman Nino de las Pinturas. No es un santo, no hace milagros, ni tiene edificios con su nombre... Es un grafitero originario de Espana. Allá, ha obtenido tantos premios como multas por expresarse aun con permiso de los duenos de los lienzos de concreto. El artista estuvo en Saltillo y convirtió un trozo de esta ciudad en un museo urbano. Su sola presencia hizo que se multiplicaran el pan y la música.

En sus dedos aun reposan los vestigios de su último crimen. El color azul que adorna el contorno de sus uñas, grita que ha sido él quien construyó al hombre que ahora reposa en la pared, los engranes y ese artilugio de colores. Sonríe, y de sus ojos se escapan matices de ternura y sabiduría
Su última exposición fue en el museo MARCO de Monterrey, para la muestra “Seres Queridos”. El español rompió las reglas y su obra no está delimitada por un cuadro de madera, se plasmó en el puente atirantado de la ciudad regiomontana. Llegó a Saltillo tras conocer a los jóvenes de la agrupación Nodo. Tardó más en desplazarse de una capital a otra que en comenzar a crear.

Confiesa su secreto a la menor provocación, antes de que comience la entrevista: “Tengo artritis”, dice muy serio. Pero las risas que brotan de su rostro hacen que nadie crea su cuento. Lleva 20 años haciendo graffiti, dibujando toda la vida. Que de quién ha aprendido: “De todos, de ti ahora mismo”.
Sus maestros están en la calle, son sus amigos y gente que no conoce. Los modelos de la vida cotidiana, los personajes ambientales, los que no callan, los que luchan, los que lloran, los que caminan...los que viven. Para él. graffiti no sólo es expresar, sino saber escuchar “las pequeñas cosas”.

No es raro que la mayoría de sus obras perfilen caras de “seres queridos”. Como ése que lo confronta durante la entrevista: el hombre añil, que brotó del aerosol hace unos minutos. Podría uno, si se lo propone, perderse en sus ojos o en las comisuras de sus labios mientras el artista permanece atento a las preguntas.

¿Qué hay entre la nariz y las cejas que tanto atraen a este niño? “El rostro es el espejo del alma”, afirma Raúl Ruiz, nombre por el que sólo lo conoce su pasaporte. Su pasatiempo favorito es encontrar su reflejo en graffiti y hacer que otros se vean en esos destellos del alma que plasma. Ahora, los paseantes pueden encontrar un espejo multicolor en la calle Chihuahua, esquina con Obregón, de la colonia República.

No siente nada cuando termina una pieza, quizá lo recorre esa necesidad de seguir pintando. “La naturaleza libre del graffiti te enseña que puedes destruir tu obra y esperar algo no necesariamente mejor, pero sí más interesante”. La magia no sólo está en la filosofía del aerosol, sino en la flexibilidad que una lata creada por el hombre ofrece a quien la manipule.

Niño de las Pinturas no es un artista, es un grafitero. “Soy un artesano”, sostiene. Y reconoce en el graffiti una forma de transformar sus ideas en color, sin miedos ni bocetos de por medio. Explora los trazos de su mundo imaginario con pinceladas. La presión de su dedo sobre el aspersor elimina la presión del fracaso o de lo que deberían de ser sus obras.

El panorama del graffiti como un vínculo social es amplio. El poder de convocatoria de unas latas de aerosol y ritmos de hip hop hizo que Niño de las Pinturas atrajera a otros jóvenes de Saltillo y Monterrey. La tarde transcurrió entre aprendizajes mutuos, unión y un “lifestyle” basado en la libertad,

“El tiempo no existe” sentencia Nino, que tampoco espera el futuro. “Me parece absurdo gastar lo único que tengo: el presente pensando en algo que ni siquiera estoy seguro de que vaya a llegar”. La entrevista termina con una sonrisa y un grito “pónle un moco”. Su amigo no lo obedece, pero Niño demuestra que es libre.

Nodo es una organización que busca mejorar la ciudad. Entre sus proyectos está la búsqueda de espacios legales para el graffiti y otras expresiones artísticas. El grupo reposa sobre los ideales del trabajo colectivo, la formación y la libre expresión. María Fernanda Zetina López, coordinadora general hizo un llamado a los jóvenes para que se unan.

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